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UN POCO DE HISTORIA:
Para renovar su parque de coches RENFE cursó en
1960 un pedido de vehículos X-UIC originarios de Alemania, de
donde llegaron los dos primeros en 1962. Los nuevos coches
asignados a la serie 8.000 medían 26,4 metros y eran de pasillo
lateral y departamentos.
Según se fueron recibiendo, entre 1962 y 1969,
fueron desplazando a los coches de las series 3.000, 5.000 y 6.000
en los trenes Rápidos y Expresos. No obstante, las necesidades del
servicio condicionaron que se mezclasen en ocasiones con coches de
otras series.
Incorporaban de origen burletes de caucho para la
intercomunicación entre vehículos, alumbrado incandescente y
fluorescente y freno de vacío.
De primera clase se construyeron 121 coches entre
1961 y 1967 por Klockner Humbolt-Deutz (Westwagon) de Colonia,
Alemania; Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) de
Sestao, Vizcaya; Linke-Hofman Büsch (LHB) de la República Federal
de Alemania; Compañía Auxiliar de Transportes (CAT) de Villaverde,
Madrid; Los Certales de Villaverde, Sevilla; Material Móvil y
Construcciones (MMC) de Zaragoza y, finalmente, MACOSA de
Barcelona. Disponían de 60 plazas distribuídas en diez
departamentos. Estaban equipados con bojes Minden-Deutz que les
permitían una velocidad máxima de 120 km/h.
A mediados de los años ochenta del pasado siglo
fueron dados de baja de forma paulatina, o transformados a las
series 7.100, 11.600, 12.000, 15.000 y 16.000. De primera se
transformaron un total de 53 coches. Primeramente tres sin aire
acondicionado, de los cuales a uno le fue añadido con
posterioridad, renumerándole. Lucieron únicamente dos libreas: la
denominada Estrella y la Danone. Ninguno llegó a época VI.
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